Ley del talion

precedentes y stare decisis

Desarrollando su reflexión en las páginas siguientes del documento, la Comisión presenta otro aspecto igualmente importante, la presencia de textos “que hablan de comportamientos definitivamente inmorales, de odio y de violencia y que promueven soluciones sociales consideradas injustas hoy en día” (p. 124). Apreciando la sensibilidad del destinatario contemporáneo de la Santa Biblia, afirma que estos textos “indignan y confunden a los propios cristianos”, además de exponerlos a diferentes acusaciones procedentes de los no cristianos. Así, señala la tensión real existente que aparece entre el texto sagrado y su destinatario contemporáneo creyente y no creyente. “No hay que marginar las dificultades del lector contemporáneo. Algunos de ellos han hecho una especie de condena de estos textos del Antiguo Testamento, considerados ya obsoletos e inadecuados para suscitar y promover la fe” (p. 125). Por ello, la Comisión propone ciertas líneas de interpretación que “serán el enfoque más adecuado a la ←9 | 10→tradición bíblica contenida en estos textos”. En la realización de esta tarea se adoptó la metodología, que se basa en la lectura de estos textos “en el contexto general de la Sagrada Escritura” (p. 125). Sin embargo, un examen más detallado de las páginas siguientes (véase 127) indica que la crítica literaria e histórica se convierte en una de las herramientas clave. Su importancia se reconoce en el documento anterior.

lex talionis retribución

“Ojo por ojo” (hebreo bíblico: עַיִן תַּחַת עַיִן)[a] es un mandamiento que se encuentra en Éxodo 21:23-27 y que expresa el principio de justicia recíproca medida por medida. En la civilización romana, la ley del talión (en latín: lex talionis)[1] recoge el mismo principio, según el cual una persona que ha perjudicado a otra debe ser penalizada en un grado similar por la parte perjudicada. En interpretaciones más suaves, significa que la víctima recibe el valor [estimado] de la lesión como compensación[2]. La intención del principio era restringir la compensación al valor de la pérdida[1].

El derecho romano avanzó hacia la compensación monetaria como sustituto de la venganza. En los casos de agresión, se establecieron penas fijas para diversas lesiones, aunque se seguía permitiendo el talio si una persona rompía el miembro de otra[7].

En la ley hebrea, el “ojo por ojo” restringía la compensación al valor de la pérdida. Así, podría leerse mejor “sólo un ojo por un ojo”. [1] La frase bíblica idiomática “ojo por ojo” en Éxodo y Levítico (עין תחת עין ayin tachat ayin) significa literalmente “un ojo bajo/(en lugar de) un ojo”, mientras que una frase ligeramente diferente (עַיִן בְּעַיִן שֵׁן בְּשֵׁן, literalmente “ojo por ojo; diente por diente”) se utiliza en otro pasaje (Deuteronomio) en el contexto de posibles sentencias judiciales recíprocas por falsos testigos fallidos. [8][9][10] El pasaje del Levítico dice: “Y el hombre que hiera a su compatriota – como lo haya hecho, así se le hará [es decir,] fractura bajo/por fractura, ojo bajo/por ojo, diente bajo/por diente. Así como otra persona ha recibido daño de él, así se le dará”. (Lev. 24:19-21).[8] Para un ejemplo del uso de תחת en su sentido habitual de debajo, véase Lev. 22:27 “El toro, la oveja o la cabra, cuando nazca, quedará debajo de su madre, y a partir del octavo día…”

ley del desquite

“Ojo por ojo” (hebreo bíblico: עַיִן תַּחַת עַיִן)[a] es un mandamiento que se encuentra en Éxodo 21:23-27 y que expresa el principio de justicia recíproca medida por medida. En la civilización romana, la ley del talión (en latín: lex talionis)[1] recoge el mismo principio, según el cual una persona que ha perjudicado a otra debe ser penalizada en un grado similar por la parte perjudicada. En interpretaciones más suaves, significa que la víctima recibe el valor [estimado] de la lesión como compensación[2]. La intención del principio era restringir la compensación al valor de la pérdida[1].

El derecho romano avanzó hacia la compensación monetaria como sustituto de la venganza. En los casos de agresión, se establecieron penas fijas para diversas lesiones, aunque se seguía permitiendo el talio si una persona rompía el miembro de otra[7].

En la ley hebrea, el “ojo por ojo” restringía la compensación al valor de la pérdida. Así, podría leerse mejor “sólo un ojo por un ojo”. [1] La frase bíblica idiomática “ojo por ojo” en Éxodo y Levítico (עין תחת עין ayin tachat ayin) significa literalmente “un ojo bajo/(en lugar de) un ojo”, mientras que una frase ligeramente diferente (עַיִן בְּעַיִן שֵׁן בְּשֵׁן, literalmente “ojo por ojo; diente por diente”) se utiliza en otro pasaje (Deuteronomio) en el contexto de posibles sentencias judiciales recíprocas por falsos testigos fallidos. [8][9][10] El pasaje del Levítico dice: “Y el hombre que hiera a su compatriota – como lo haya hecho, así se le hará [es decir,] fractura bajo/por fractura, ojo bajo/por ojo, diente bajo/por diente. Así como otra persona ha recibido daño de él, así se le dará”. (Lev. 24:19-21).[8] Para un ejemplo del uso de תחת en su sentido habitual de debajo, véase Lev. 22:27 “El toro, la oveja o la cabra, cuando nazca, quedará debajo de su madre, y a partir del octavo día…”

certiorari

“Ojo por ojo” (hebreo bíblico: עַיִן תַּחַת עַיִן)[a] es un mandamiento que se encuentra en Éxodo 21:23-27 y que expresa el principio de justicia recíproca medida por medida. En la civilización romana, la ley del talión (en latín: lex talionis)[1] recoge el mismo principio, según el cual una persona que ha perjudicado a otra debe ser penalizada en un grado similar por la parte perjudicada. En interpretaciones más suaves, significa que la víctima recibe el valor [estimado] de la lesión como compensación[2]. La intención del principio era restringir la compensación al valor de la pérdida[1].

El derecho romano avanzó hacia la compensación monetaria como sustituto de la venganza. En los casos de agresión, se establecieron penas fijas para diversas lesiones, aunque se seguía permitiendo el talio si una persona rompía el miembro de otra[7].

En la ley hebrea, el “ojo por ojo” restringía la compensación al valor de la pérdida. Así, podría leerse mejor “sólo un ojo por un ojo”. [1] La frase bíblica idiomática “ojo por ojo” en Éxodo y Levítico (עין תחת עין ayin tachat ayin) significa literalmente “un ojo bajo/(en lugar de) un ojo”, mientras que una frase ligeramente diferente (עַיִן בְּעַיִן שֵׁן בְּשֵׁן, literalmente “ojo por ojo; diente por diente”) se utiliza en otro pasaje (Deuteronomio) en el contexto de posibles sentencias judiciales recíprocas por falsos testigos fallidos. [8][9][10] El pasaje del Levítico dice: “Y el hombre que hiera a su compatriota – como lo haya hecho, así se le hará [es decir,] fractura bajo/por fractura, ojo bajo/por ojo, diente bajo/por diente. Así como otra persona ha recibido daño de él, así se le dará”. (Lev. 24:19-21).[8] Para un ejemplo del uso de תחת en su sentido habitual de debajo, véase Lev. 22:27 “El toro, la oveja o la cabra, cuando nazca, quedará debajo de su madre, y a partir del octavo día…”

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